A veces a diario usamos elementos que nos son cotidianos, pero algunos de ellos nos deberian llenar de orgullo patrio, ¿que por que?, pues porque en este pais tendemos a hacer malo lo propio y mejor lo que viene de fuera, pues no, en pro de nosotros mismos , quiero dar un homenaje a aquellos inventores españoles conocidos o no, pero que con sus inventos han invadido el mundo cercano.
Voy a intentar recopilar en el apartado de ser curiosos esos nombres en especial los poco conocidos, y lo que inventaron.
Hoy empiezo con Juan Solozábal y Juan Olive. En Éibar (Guipúzcoa) se fundó en 1920 la sociedad llamada “El Casco”, cuya principal actividad era la creación de revolveres, destinados mayoritariamente a la exportación. A partir de 1929 y debido a la crisis económica mundial, esta empresa se tuvo que reconvertir como muchas por la famosa crisis del 29, ello llevo a que a mediados de los años 30, sus fundadores los nombrados anteriormente Solozábal y Olive, sacaran al mercado un artilugio hecho para sujetar los tan comunes documentos que se llevaban en hojas sueltas practicamente hasta ese momento, inventando la Grapadora, el exito fue tal, que como sabemos todos, no hay escritorio ni mesa de oficina en el mundo que no tenga una grapadora, y en la empresa “El Casco” siguen fabricando el modelo original, ahora se la denomina M-35, que es la que veis.