Ingredientes:
1 calabacín de 25-30 cm de largo.
Relleno.
3 cs. de aceite.
1 cebolla grande pelada y picada.
450 gr. de patatas, peladas y cortadas en daditos.
1 cc de raíz de jengibre fresca, aplastada.
1 cc de clavo de olor aplastado.
1 cc de guindilla molida.
1/2 cc de cúrcuma.
1 cc de alcaravea.
100 gr. de guisantes sin vaina.
4 tomates picados.
1/2 cc de sal.
1/2 cc de pimienta negra recién molida.
1 pimiento picante picado.
2 cc de mantequilla derretida.
Preparación:
Calentamos el aceite en una sarten grande y freimos la cebolla 2 minutos. Añadimos las patatas y sofreimos sin dejar de remover durante 3-4 minutos. Incorporamos el jengibre, el clavo, el pimiento, la cúrcuma y la alcaravea. Mezclamos bien y añadimos los guisantes, los tomates, la sal, la pimienta y la guindilla. Tapamos y dejamos cocer hasta que las patatas esten tiernas (unos 6-8 minutos). Añadimos el zumo de limón. Sacamos una rodaja fina de cada extremo del calabacín, vaciamos el interior y vamos quitando tiras de cascara (una si una no) a lo largo de la pieza de calabacín. Rellenamos el calabacín con la preparación de patatas. Lo colocamos relleno en una fuente para horno rectangular y lo pintamos con un pincelito de pastelero mojado en mantequilla, sazonamos con sal y pimienta.
Calentamos el horno a 180ºC y dejamos que los calabacines cuezan durante 45 minutos. Lo sacamos del horno y los bañamos con su propia salsa.